“CAMINANDO a VALENCIA”
Por @EdwinGomezC
Cuando muchos ya estaban aprovechando los días
previos al carnaval para descansar y despejar la mente, nos cayó a todos encima
como un bloque de hielo seco el “Viernes ROJO”, que aunque el Vice-Presidente
(de facto) Nicolás Maduro, se empeñe en que no es ningún “Paquetazo”, no le
corresponde a él juzgar la medida, nos corresponde a nosotros el pueblo (los
verdaderamente afectados) y no al gobierno central (el único favorecido).
Maduro tampoco llama “devaluación” del bolívar al aumento del dólar, está bien
Nicolás, llamémoslo una “Re-evaluación” en la que nuevamente nuestra moneda
disminuye su valor frente al dólar americano que es la moneda de referencia
mundial en todos los mercados internacionales.
Yo no soy economista, pero he estudiado dos carreras
en las que me ha tocado aprender economía y economía política, aparte de que
desde siempre me ha gustado ver los programas de economía de las diferentes
cadenas de televisión para entender mejor la situación económica real en la que
se encuentra nuestro país; además de eso y como la gran mayoría de los
venezolanos, me toca hacer mercado que es el principal indicador de la
inflación y del alto costo de la vida por lo que nadie me tiene que decir que
la comida ha subido muchísimo más de lo que el gobierno afirma cada mes.
Primero fue el tradicional aumento de la unidad
tributaria al mínimo que los economistas predijeron que el gobierno podía
hacerlo, casi un 30%; luego, la devaluación de la moneda en un 46,5% y con ella
la pérdida del poder adquisitivo de nuestra moneda fue de un poco más del 30%,
por lo que no entiendo cómo es que algunos políticos ya andan pidiendo un
aumento de sueldos y salarios de sólo un 30%. Deberían sumar de la siguiente
manera: sumar la inflación que impactó los sueldos y salarios del segundo
semestre del 2012 que vendría siendo casi un 30%, más la pérdida del valor
adquisitivo con el aumento del dólar que fue de un poco más del 30%; nada más
eso suma un 60%, y con semejante aumento sólo volveríamos a equiparar el nivel
de adquisición de alimentos que teníamos para Junio o Julio del año pasado,
porque todo seguirá subiendo de precio.
El ejemplo de los carros para este 2013 es
impresionante, al limitar con una cantidad específica y por debajo de la verdadera
demanda del sector la cantidad de carros que se podrán importar entre todas las
ensambladoras comenzando el año, sólo ha hecho que en el mercado automotor un
vehículo recién comprado, sacado de la agencia valga muchísimo más al venderlo
por piezas (como repuestos) que sí lo vendieras como casi nuevo en el mercado
secundario, porque también existen muchísimas restricciones a los dólares
mínimos necesarios para poder abastecer el mercado de los repuestos que existe
en el país. Lo que necesita el mercado es una oferta que supere a la demanda
para que bajen los precios, así como también lograr un buen nivel de
abastecimiento de repuestos para que ocurra lo mismo que con los carros, cuando
hay bastante para ofrecer (oferta) quienes compran pueden elegir a quién le
compran (demanda), eso es tan sólo una de las cosas que domina el mercado; lo
mismo ocurre en el sector agrícola venezolano, a mayor inversión en el corto y
mediano plazo, iremos bajando la cantidad de importaciones de alimentos a
niveles relativamente normales, además de que mientras más produzcamos en
Venezuela y menos importaciones estemos necesitando, eso ayudará a fortalecer
el Producto Interno Bruto(PIB), nuestra moneda y disminuirá el desempleo de
manera exponencial. Lo mismo aplica para la educación y la seguridad. Los
ministros deben pensar un poco más en la microeconomía y menos en la
macroeconomía, símbolo por excelencia de lo que tanto aborrecen como lo es el
Fondo Monetario Internacional.
Abogado @EdwinGomezC
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Voluntad Popular Valencia